Este ha sido uno de los días más esperados de todos por varios motivos, primero, por que visitábamos uno de los lugares más conocidos de Los Angeles, Venice Beach y segundo, porque íbamos a hacer surf.
Cogimos el bus público para ir hasta Venice Beach y nos bajamos antes para poder visitar los canales típicos que hay cerca de la playa. Una vez en la playa, disfrutamos de un tiempo libre para andar y comprar en el paseo que hay delante del oceano. Es un lugar abarrotado de gente y muy pintoresco. Encontramos a numerosos artistas mostrando su arte en todas sus facetas y algunas actividades como un torneo de basket al lado de Muscle beach. Después de eso, comer y hacer unas cuantas compras, al mar!
Sólo entrar en la arena vimos que todo era como en las películas: los vigilantes de la playa, los policías en bicicleta y coches por la arena... Ahí nos esperaba una de las monitoras que resultó ser una experta en surf. Tuvo la paciencia y generosidad de enseñar a los mas agozarados el arte de montar las olas. Los chicos se lo pasaron muy bien, tanto los que hicieron surf como los que los miraban des de la orilla. Volvimos a la residencia exhaustos y con ganas de dormir y descansar (y así lo hicieron!)
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